2 de agosto de 2012

Las Zapatillas

Las tendencias cambian y es curioso como en la sociedad actual, lo "natural" comienza a estar de moda. Casas rurales, actividades al aire libre, ropa cómoda, en resumen el contacto con la madre tierra.
Ahora todas las marcas deportivas sin excepción subrayan los beneficios de liberarse de las restricciones de las zapatillas tradicionales, nos interesa ahora una pisada y experiencia de carrera más natural, sin control, libre de restricciones…Hay que permitir que el pie interactúe con el terreno de la manera más directa posible para que los receptores sensoriales, la función articular y el control muscular regresen de su interminable baja laboral, conciliándose de una vez por todas con el trabajo para el cual fueron diseñados. ¿Y que a sucedido entonces con el control de la pronación, la estabilidad, la amortiguación, los soportes y demás repertorio de tecnologías avanzadas? Frente a la ignorancia del consumidor, las fuerzas comerciales lo justifican todo¡¡

¿Sabrías valorar el grado de resistencia que ofrece un calzado al movimiento natural del pie? Una zapatilla de running presenta una elevación del talón que oscila entre los 10 y 15 mm, quizás este sea el principal hándicap del calzado tradicional. Aparentemente una alteración minúscula, el ascenso del talón altera la mecánica del apoyo podal, facilitando el impacto inicial del retropié-talón durante la carrera y como esta estructura no esta diseñada para absorber cargas, el estrés articular aumenta y la rodilla suele ser la primera victima. Para que me entendaís, trata de correr descalzo unos metros…imposible apoyar con el talón ¿verdad?. El apoyo natural se sitúa más bien sobre el medio-pie, justamente donde reside el arco plantar ( el arco es un elemento estructural básico en arquitectura para absorber cargas compresivas, en el cuerpo humano igual, esta diseñado para eso). Precisamente la enfermedad más común entre corredores (diagnosticada por el vencedor de calzado deportivo de turno) y conocida como pronación, era supuestamente el mecanismo natural de amortiguar el impacto, por eso mismo hasta la fecha todos las zapatillas obtentaban esta ridícula estructura artificial que sustenta la bóveda plantar. Ahora la pronación comienza a ser un problema, únicamente en ausencia de un control muscular adecuado donde el pie colapsa abruptamente contra el suelo.

La tendencia actual, es romper con estos criterios clásicos que han definido por décadas la confección de las zapatillas. Lo mejor es una suela flexible que permita una libre interacción del pie con la superficie de contacto, una zapatilla más bien plana, con caída cero entre talón-punta, básicamente la mínima expresión posible de un calzado, eso sería la mejor opción, pero existe un gran problema, el mundo occidental tiene pies débiles, rígidos y sensibles ¿Quieres una lesión garantizada? La mayoría de la gente los compra, y ala a correr como unos locos ya que llevo las mejores zapatillas del mercado para correr, convencidos y a sabiendas de que para correr, ese es el mejor calzado y lo es, ya que es el mejor para prevenir lesiones, y sin lugar a dudas son las zapatillas con el mayor potencial de atenuar la plaga de lesiones de los corredores, e incluso abarcando más allá se ha comprobado que este tipo de zapatillas reduce las cargas sobre la rodilla en personas mayores con osteoartritis. No obstante si hablamos de correr la transición deber ser lenta, gradual, al igual que cuando comenzamos una rutina de entranamiento.
Ya que tus pies llevan años en una vida sedentaria y mal acostumbrada, se trata por tanto de revertir un largo proceso de desacondicionamiento. Hay que rebajar gradualmente la altura del talón para que la unidad músculotendinosa del gemelo-soleo se adapte a una nueva longitud de trabajo. Devolver la movilidad a la estructura del pie-tobillo y potenciar el rendimiento muscular del tren inferior en general.
 
 
Para ello podemos hacer los siguientes y sencillisimos ejercicios :
Lo mejor para el acondicionamiento es caminar descalzo, camina siempre descalzo por casa (nada supera el contacto directo de la piel con la superficie de apoyo para despertar las estructuras sensoriales de la planta del pie) Caminar descalzo es esencial.
También, date diariamente durante 1-5 min. Un automasaje en la planta del pie para rebajar tensiones y flexibilizar la fascia plantar, puedes realizarlo utilizando una pelota de tenis.
Por último puede incluir una carrera semanal de intensidad baja con una zapatilla flexible (ej. Nike Free, Adidas ClimaCool, Asics 33, Reebook Real Flex).
 
Conoceís el llamado Anti-zapato, los MBT Masai Barefoot Technology, aunque rinde su nombre a la tribu masai, para mi es practicamente imposible imaginarme a un guerrero Masai en Kenia utilizando este calzado. Jajaja Su eslogan es, "Creado para tu cuerpo", es una zapatilla rígida, gruesa y con una suela curva que ofrece una sensación de inestabilidad y permite un balanceo (similar al de una silla mecedora) que ayuda al movimiento.
A simple vista no hay que hacer ningún estudio ni ser experto en la materia para darse cuenta, que es evidente que las zapatillas MBT reducen las exigencias mecánicas de la locomoción (piensa en el componente inercial del balanceo), los momentos de fuerza disminuyen y este hecho se traduce en una disminución tanto del rendimiento muscular como de la carga articular. Es una opción interesante para estimular la actividad en un segmento de la población mayor con dolor articular de cadera o rodilla que posee limitación de movimiento y que por estas cuestiones no caminan. Pero para nada más.
 
Victoria Belando.

 

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