7 de noviembre de 2013

Guía II: correr (deporte que engancha)

¿Cuál será la extraña fuerza que nos impulsa a correr? Seguramente en cada paso y en cada caso particular el motivo sea distinto, ensayo algunos: búsqueda de límites físicos, desafío personal, una promesa, locura, un argumento para levantarse, perder peso…"cada loco con su tema", cada uno de nosotros en el momento de plantearnos correr, tenemos una motivación diferente.

Siempre recuerdo cuando decidí entrenar y sacrificarme de manera meticulosa y sería con un gran profesional, el día que lo comenté, las respuestas fueron sencillas, "¿qué necesidad tienes de sacrificarte y hacer algo así?” A esa necesidad que sólo uno entiende, es a lo que denomino yo motivación.

Aunque sigo entrenando, tengo una profunda intriga y quiero averiguar que sucederá en ese abismo que separa ser un espectador a correr una carrera.
Como esta historia hay millones, una por cada corredor. La motivación es el ingrediente que nos permite mantenernos enfocados en el objetivo, es lo que nos hace tener ganas de entrenar día tras día y es, os lo puedo asegurar, lo que hace que llegues a cumplir tus ¡metas!

Aunque no sólo de motivación se consiguen las metas: La energía es la materia prima, el cuerpo humano esta diseñado para almacenar una cantidad de glucógeno (sustancia de la que toman energía los músculos) y esta comprobada que es equivalente a una autonomía de aproximadamente 3 h. o 30 km. Es decir, que por mas que intentemos almacenar un montón de glucógeno en nuestros músculos la capacidad máxima de nuestro "tanque" es de 3 h. o 30 km, no existe forma humanamente posible de aumentar esa capacidad.
Esto quiere decir una sola cosa: que los corredores tienen que aprender a sobrevivir los restantes 12 km sin glucógeno disponible, si estamos hablando de una maratón, ya que son 42 km, y estos deben buscar una fuente alternativa de alimentación, para esto el cuerpo realiza un proceso químico mediante el cual toma las reservas de grasa del cuerpo y las convierte en glucógeno, pero si el cuerpo de un maratonista no tiene grasa¡¡, y no te viene a la cabeza si pueden ellos hacer tal cosa, no puedo yo hacerme 6, 8 o 10 km, por supuesto que sí, y es alucinante cuando lo consigues, por supuesto este un proceso complejo y requiere, un proceso preparatorio es decir ser ensayado (entrenado).

A este proceso de forma de entrenar a nuestro cuerpo, es lo que llaman los “atletas” entrenamientos de fondos o más conocido como “long run”, durante este tipo de entrenamiento es donde enseñamos a nuestro cuerpo terminar las reservas de glucógeno, y comenzar a convertir la grasa en energía, aunque si ya eres deportista en otra materia, no pienses que ya lo tienes enseñado porque no es así, nada es comparable a la carrera. Por lo que tenemos claro que la mejor manera para enfrentarnos algún día a una carrera y no morir en el intento es estar bien entrenado.

Plan estratégico:
Un buen plan de entrenamiento comenzaría con 2 entrenamientos de alta intensidad semanales, consisten en "carreras cortas" de entre 500 a 1000 metros, donde lo importante es la intensidad, es decir la velocidad, que debe ser constante y a un ritmo bastante superior a nuestra velocidad de carrrera normal.
Un día de entrenamientos regenerativos o fondos cortos, que tienen una duración aproximada de entre 50 a 60 minutos.

Finalmente cuando con el tiempo y si eres constante y estos entrenamientos ya los tengamos superados tendremos que introducir, la carrera más importante 1 entrenamiento de fondo largo, donde el foco no esta puesto en la intensidad sino en la duración o distancia. Estos fondos largos deben ir aumentando en duración y distancia a lo largo del tiempo y por supuesto el aumento debe ser progresivo, por ejemplo de aquí a 4 meses correremos 15 km (como meta), tres semanas después subiremos a 18 km y así progresivamente. Lo más importante durante los fondos es la distancia no la velocidad, dicen que el fondo es el entrenamiento que más se disfruta ya que se corre a un ritmo constante y tranquilo, el cuál nos debe permitir tener el aire suficiente como para mantener una conversación.

Nuestra mente, la mente del corredor o de cualquier deportista es el 50%, el 50% es cabeza, y por eso también hay que entrenarla, muchas veces cuando nuestro cuerpo nos envía señales y nos dice que no puede mas y que desea parar, de la única manera en la que logramos llegar a la meta es corriendo con la cabeza. El momento donde se entrena la parte mental es durante los entrenamientos de larga duración, de ahí también la importancia de estos, básicamente le enseñamos a nuestro cuerpo a realizar una misma actividad durante un lapso de tiempo prolongado. Una herramienta que da buen resaltado es realizar estos entrenamientos en circuitos monótonos, por ejemplo, dando vueltas a una plaza, al principio resultara muy tedioso, pero con el correr de los dias nuestra mente se ira habituando a esto y en el momento de la carrera, nos va a dar la sensación de que no es tan larga, ni tan tediosa, ni tan aburrida. Tampoco te olvides de hacer tu correspondiente entrenamiento de piernas, fuera de la carrera, para evitar futuras lesiones. Cualquier cosa que sea la que vayas a comenzar hacer, ya le estas ganando la batalla al que esta sentado en el sofá…

Mucho ánimo Runner ¡¡¡

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